El cromosoma del amor: “Dios me ha bendecido con la hija que tengo”
Conozca el tierno testimonio de doña Mariza sobre su hija con Síndrome de Down.
Conozca el tierno testimonio de doña Mariza sobre su hija con Síndrome de Down.
Vividia nació por cesárea en abril de 1999 en el Hospital Rebagliati de Essalud. El nacimiento fue complicado porque se estaba presentando “sufrimiento fetal” poniendo en peligro la vida de la bebé y de la madre. Horas después del parto, el doctor empieza a sospechar sobre la Trisonomía 21.
“Cuando me comentó eso, se me vino a la cabeza que mi hija tiene síndrome de Down. Me puse a llorar y le decía a Dios, ¿qué haré? Al día siguiente, echada en la cama con los ojos llorosos, ella tenía que contárselo a su esposo, Luis Laoz Calonge. “Él empezó a renegar de Dios y lloraba todos los días”, relata Mariza Burgos Diaz, la madre de VIvidia.
Los primeros días de vida de la pequeña Vivi, como le dicen de cariño, el padre se sentía el hombre más desdichado del mundo. “En su trabajo, él lloraba mucho, tanto que le dieron licencia para que pueda recuperarse.”, cuenta doña Mariza. No suficiente con esa situación, los primeros meses fueron de constantes visitas al hospital por recurrentes problemas de salud de la bebé: neumonía por aspiración y endocarditis. “Su hermanito le decía: Te necesito conmigo”, recuerda nostálgicamente.
“Las dos semanas que mi esposo estuvo de licencia permitieron que él asimile la situación, pero el apoyo familiar también fue importante”, comenta doña Mariza. Y es verdad, la familia en este caso fue un factor determinante al normalizar el nacimiento de Vivi, logrando derrumbar el prejuicio que existe alrededor del diagnóstico de las personas con Síndrome de Down y dejando de lado los miedos que sentían los padres. “Vivi enamoró y enamora a todos con su forma de ser. Dios me ha bendecido mucho con mi hija. Ella une a la familia porque nadie falta en su cumpleaños”, recuerda orgullosamente.
La noticia de un bebé nacido con síndrome de Down no es lo que esperan los padres, ya que consideran que sus sueños y metas se ven interrumpidas, esas incertidumbres son naturales porque el temor a lo desconocido. Esas son solo algunos de los prejuicios a los que se enfrenta este grupo, ya que aún existen estigmas sobre su capacidad de aprendizaje, cuidados e integración en la sociedad, menciona la licenciada Dany Durand Cachay, Psicóloga en el Centro de Rehabilitación Profesional y Social – Callao.
Para la familia Laoz Burgos, Vivi les demostró, desde pequeña, que con amor y perseverancia todo eso que temen no es grave. Que la felicidad está en cada paso que den como familia.
En 2016, doña Mariza fue diagnosticada de Lupus y durante sus visitas al hospital siempre iba acompañada de su hija Vivi, quien pasaba sus días entre consultorios y exámenes que se realizaba su mamá. “¿Por qué no la llevas al Cerps?”, recuerda la señora Burgos que le dijeron. De inmediato, averiguó la información, pasó las evaluaciones y fue admitida en el Centro de Rehabilitación Profesional y Social del Callao. Allí, la psicóloga trabajó mucho en la conducta de Vivi y potenció sus habilidades.
Actualmente, Vivi tiene 23 años, es muy artística. Le gusta cantar, bailar, pintar y modelar. Es independiente, ordenada, inteligente y espontánea, dice doña Mariza, pero lo que más destaca es su gran corazón. “Ella es muy solidaria y ayuda a sus amigos”, menciona.
Hoy, 21 de marzo, se celebra el “Día mundial del síndrome de Down” para recordar la importancia de la inclusión y la participación social de las personas con discapacidad intelectual. “Ellos merecen respeto y empatía. Todos somos iguales, pero en ellos abunda el amor”, cuenta doña Mariza mientras recuerda las veces en las que su hija fue marginada, “ha habido situaciones donde niños han separado su silla para no estar junto a ella, pero ella siempre tiene una sonrisa en el rostro. Todo inicia desde casa también”, finaliza.
Desde el CERPS Callao informaron que trabajan con un enfoque basado en los derechos humanos, permitiendo que las personas con síndrome de Down sean tratadas con justicia y puedan acceder a las mismas oportunidades que cualquier otra persona, precisa la Lic. Durand.
CIFRAS
• El CERPS Callao atiende a un promedio de 300 asegurados con algún tipo de discapacidad, siendo 35 de ellos pacientes con Síndrome de Down, quienes reciben atención de un equipo de profesionales y participan en talleres como: estimulación cognitiva, habilidades adaptativas, escuela de familia, danza, música, teatro, manualidades, entre otros.
• Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia estimada de síndrome de Down es 1 de cada 1.100 nacimientos vivos en todo el mundo. Cada año de 3.000 a 5.000 niños nacen con ese trastorno cromosómico.