Hace más de un año ante la amenaza de erupción del volcán Ubinas todo un pueblo fue reubicado de emergencia en carpas de plástico en una zona más segura. Un plan de reubicación que contemplaba también dos poblados más, en total cerca de 8,000 personas a quienes se iba a hacer la entrega de módulos de vivienda temporales prefabricados. Estos pobladores son, en su mayoría, de pobreza extrema. 10 meses después, las paredes, los tubos, los rellenos, los tornillos para armar las casas, se encuentran abandonados, dejados a la intemperie. Hasta el pueblo de Tonohaya, a más de 3,500 metros sobre el nivel del mar llegó esta semana Panorama.