El retorno de los villancicos y clásicos modernos de diciembre trae consigo un fenómeno tan común como inevitable: esas melodías que se repiten sin parar dentro de la mente. Investigadores en percepción musical señalan que este efecto, conocido como “gusano auditivo”, explica por qué piezas como Jingle Bells o All I Want for Christmas Is You vuelven cada año a instalarse en nuestra memoria. La Conferencia Internacional sobre Percepción Musical y Cognición indica que el 91% de las personas experimenta estas repeticiones internas, incluso sin darse cuenta.
Melodías omnipresentes y fáciles de recordar
Estudios citados por publicaciones especializadas como Scientific American y Wired sugieren que la exposición constante es un detonante clave. En diciembre, la música navideña suena en comercios, transporte, hogares y medios, lo que incrementa la probabilidad de que un fragmento se repita en bucle dentro del cerebro. Investigaciones publicadas en 2017 también encontraron que las canciones más recientes o que ocupan posiciones altas en las listas musicales son reportadas con mayor frecuencia como “gusanos auditivos”, debido a su presencia repetida en el entorno.
La estructura musical también aporta lo suyo. Expertos en cognición musical destacan que muchas de estas canciones están compuestas con patrones simples, intervalos cortos entre notas y ritmos diseñados para ser fácilmente cantados por cualquiera. Esta sencillez facilita que el cerebro las procese y almacene con rapidez. Los villancicos, creados originalmente para ser interpretados por grupos o comunidades, responden a esta lógica de melodías accesibles y altamente memorables.
Por último, el componente cultural y emocional refuerza aún más su impacto. Psicólogos especializados en memoria y música explican que las personas desarrollan expectativas y gustos basados en lo que escuchan durante su vida. En muchos países, los temas navideños evocan recuerdos familiares, celebraciones y temporadas frías, lo que fortalece su presencia mental. Por eso no sorprende que, al llegar diciembre, resurja el deseo de cantar clásicos como Last Christmas o buscar nuevas versiones de temas tradicionales.