Dan Rivera, reconocido investigador de fenómenos paranormales y colaborador cercano de la fallecida Lorraine Warren, murió repentinamente el domingo 13 de julio mientras se encontraba de gira en Gettysburg, Pensilvania, junto a la infame muñeca Annabelle. Tenía 54 años.
Rivera era uno de los principales miembros de la New England Society for Psychic Research (NESPR), organización que actualmente custodia la muñeca tras el cierre del Museo del Ocultismo de los Warren. La figura inspiró la saga cinematográfica Annabelle, derivada del universo The Conjuring.
Según el Evening Sun, el deceso ocurrió tras una llamada de emergencia en un hotel local poco después de las 8:00 p.m. Los informes indicaban que se realizaban maniobras de reanimación cardiopulmonar a un hombre con características coincidentes con Rivera. Las autoridades del condado de Adams señalaron que el caso no está siendo tratado como sospechoso, aunque se ha ordenado una autopsia cuyos resultados podrían demorar varias semanas.
Una pérdida inesperada
El equipo de NESPR confirmó la noticia dos días después, el 15 de julio, a través de un comunicado: “Con gran pesar, compartimos la repentina y desgarradora pérdida de nuestro amigo y colega, Dan Rivera. Fue una parte vital de nuestro equipo por más de una década, pero también un amigo leal, compasivo y profundamente comprometido”.
Rivera, además de ser veterano del Ejército de los EE. UU., trabajó directamente con Lorraine Warren en sus últimos años. Era uno de los responsables de la gira “Devils on the Run”, la cual llevaba la muñeca Annabelle a distintos puntos del país para charlas y presentaciones.
En mayo pasado, Rivera desmintió rumores que afirmaban que la muñeca había desaparecido durante una parada en Chicago. En un video viral de TikTok aseguró: “Annabelle no está perdida y nunca estuvo en Chicago”.
Pese a las teorías infundadas que han comenzado a circular en internet culpando a la muñeca de lo ocurrido, el ambiente predominante ha sido de respeto y condolencias. Chris Gilloren, también investigador de NESPR, expresó: “Dan creía profundamente en compartir sus experiencias y educar al público sobre lo paranormal. Su amabilidad y pasión marcaron a todos los que lo conocieron”.
Su esposa, Sarah Bond Rivera, también compartió un mensaje: “Como familia estamos destrozados. Dan fue el centro de nuestro hogar, un esposo devoto, padre de cuatro hijos y una fuente constante de esperanza y fortaleza. Su luz y valentía nos acompañarán siempre”.
La organización ha confirmado que los eventos programados para este año continuarán, afirmando que “Dan hubiera querido que el trabajo siguiera adelante, compartiendo conocimiento y manteniendo vivo el legado de Ed y Lorraine Warren”.