Todavía se pueden encontrar casquillos de balas, municiones y ropa de guerra repartidas por la zona donde ocurrió la cruenta matanza en lo alto del cerro “Huanaquita” en Ático, provincia de Caravelí,Arequipa.
Desde el 2 de junio, al menos 14 personas han perdido la vida en el conflicto minero de Ático. Incluso, estas disputan datan desde el año 2017, en una zona donde la ley la imponen con armas, violencia y sangre: situación que refleja la dura realidad de la minería artesanal en el Perú.
Un equipo de Panamericana televisión subió lo más de 5 mil metros de altura y llegó hasta la zona del conflicto minero que tiene enfrentados a los trabajadores artesanales de las mina “Calpa Renace” con los propietarios de la concesión minera “Intigold” por la extracción del oro y sus ganancias.
Tras los asesinatos, 31 personas sindicadas como mercenarios fueron capturados por la Policía Nacional del Perú. Muchos miembros de la PNP de ellos son licenciados de las FF.AA. y llevan armamento de corto y largo alcance mientras se ocultan durante 2 días en el desierto de Caravelí, sorteando las duras condiciones climáticas.
Los mineros de “Capa Renace” han afirmado que la galería del lugar también sufrió un atentado por parte de mercenarios, en la misma fecha en que asesinaron a sus compañeros.
Cabe resaltar que la minera Intigold, encargada de explotar el oro de la zona desde hace 60 años, cuenta con 17 infracciones ambientales y 15 infracciones laborales. Sin embargo, su representante legal niega las acusaciones propiciadas por los mineros artesanales.