Los puentes peatonales ubicados a lo largo de la avenida Faucett, en el Callao, se encuentran en avanzado estado de deterioro. En plena zona de desvíos por las obras de ampliación del Metro de Lima, estas estructuras siguen siendo utilizadas a diario por cientos de personas, pese a que no cuentan con iluminación, carecen de cercos de seguridad y presentan bases corroídas y rajadas.
SON UN PELIGRO PARA LOS PEATONES
Quienes cruzan el lugar describen un escenario abandonado. “Debe ser cambiado, no reparado. Es peligroso, no hay cerco y en la noche es imposible pasar”, advirtió un usuario que se dirigía al aeropuerto Jorge Chávez. Otros vecinos coinciden en que la zona permanece oscura y, según denuncian, delincuentes aprovechan esa situación para robar o pedir dinero.
La apariencia actual está muy lejos del aspecto que mostraba la vía cuando el ingreso al terminal aéreo se realizaba por Faucett. Hoy, los puentes tienen fierros oxidados, superficies que se pelan al tacto y estructuras que tiemblan al ser usadas. “Ese puente está peor, cuando uno sube se mueve todo”, describió otro transeúnte.
A ello se suma la presencia de placas metálicas sueltas, piezas pesadas que podrían caer sobre los vehículos que circulan por la avenida y provocar un accidente de gravedad. En uno de los puentes, la malla metálica está desoldada y a punto de colapsar, según se pudo verificar en el lugar.
En otro tramo de la vía, un puente se encuentra sin ninguna reja de protección. No queda claro si retiraron las mallas por trabajos recientes, pero en horas de la mañana no había obreros ni personal de seguridad para resguardar a los peatones.
Dos trabajadores de Provías informaron que las labores comenzaron hace dos semanas; sin embargo, el deterioro visible genera dudas entre los vecinos.