La Autoridad de Transporte Urbano (ATU) incautó una combi informal que se hacía llamar “Chingona y Cabrona” y que acumulaba más de S/ 80 mil en multas. El vehículo fue intervenido en Caquetá y terminó en el depósito del Callao, donde se comprobó que circulaba en condiciones completamente irregulares.
Además de no contar con SOAT, la unidad tenía la revisión técnica vencida desde julio y operaba sin título habilitante. Según el subdirector de Fiscalización de la ATU, Luis Rivera, la combi representaba un riesgo extremo para los pasajeros.
“Es un vehículo informal sin revisión técnica, sin SOAT y sin autorización para circular. Así no solo evade la fiscalización, también pone en peligro a la ciudadanía”, explicó.
PLACA OCULTA PARA EVITAR MULTAS
La combi también tenía un método para burlar las cámaras: escondía la placa tras una pieza metálica, con el fin de impedir que la ATU registrara infracciones o iniciara papeletas electrónicas.
Este mecanismo, según los fiscalizadores, es uno de los trucos más frecuentes entre los conductores informales para evadir sanciones.
Durante el operativo, la ATU mostró también una minivan intervenida en Javier Prado, cuyo conductor intentó darse a la fuga. En ese intento, subió a la vereda, puso en riesgo a peatones y chocó contra un conducto de gas. Finalmente fue reducido.
Un especialista de la Asociación Automotriz del Perú verificó el estado de la minivan y detectó múltiples golpes en la carrocería, luces inoperativas, parabrisas dañado, sistema eléctrico expuesto y conversión a gas en condiciones inestables.
“Este vehículo podría explotar por un corto circuito. No está apto para transportar a nadie”, advirtió el ingeniero Elio Tarazona.
La ATU confirmó que ambas unidades serán sometidas a un procedimiento sancionador. Una vez concluido, pasarán al proceso de chatarreo, tal como ocurrió con “La Bestia”, otro vehículo informal que fue destruido meses atrás.