Vecinos se enfrentan a ambulantes de La Cachina: alcalde de Los Olivos pide aumento de presencia policial en la zona
Recientemente, un grupo de vecinos se enfrentaron a comerciantes informales con cuchillos y palos en mano
Recientemente, un grupo de vecinos se enfrentaron a comerciantes informales con cuchillos y palos en mano
El alcalde de Los Olivos, Felipe Castillo Alfaro, abordó la preocupante situación que hay en la zona de su distrito conocida la Cachina de Huandoy, luego que, recientemente un grupo de vecinos se enfrentaron a comerciantes informales con cuchillos y palos en mano. Ante el constante conflicto y la presencia de mafias, el burgomaestre se comprometió a tomar medidas urgentes para devolver la seguridad a este sector.
Castillo Alfaro reveló que ha solicitado en reiteradas ocasiones el estado de emergencia para su distrito, específicamente para tres zonas críticas, incluida la Cachina de Huandoy.
Ante la complejidad del problema, la autoridad edil solicitó la incorporación de las fuerzas armadas en la Cachina, junto con un aumento en la presencia policial. Asimismo, para abordar la informalidad y las organizaciones criminales que operan en la Cachina, se propone implementar controles de identidad y contención.
Finalmente, Felipe Castillo hizo un llamado directo al próximo ministro del Interior, instándolo a prestar especial atención a Los Olivos y, en particular, a la Cachina.
CAOS E INSEGURIDAD EN LA CACHINA
El dirigente vecinal, Marco Antonio Rivera, señala que la informalidad en la Cachina ha llevado a enfrentamientos mortales, desorden y venta ilegal de espacios públicos. Hace menos de un mes, un vecino fue asesinado, atribuyéndose el acto a un ajuste de cuentas. El problema, según las autoridades, radica en la presencia de comerciantes informales que no solo ofrecen productos de segunda mano, sino también artículos robados.
El gerente de Seguridad Ciudadana de Los Olivos, William Valladares, solicita urgentemente la intervención de la Policía Nacional en la zona, describiendo la problemática como una situación arrastrada por muchos años. A pesar de los esfuerzos de los serenos, la magnitud del desorden y la presencia de individuos de dudosa reputación han sobrepasado su capacidad de control.
Los comerciantes, por su parte, niegan las acusaciones de Valladares y afirman que la municipalidad no responde a sus llamados para la organización. Por otro lado, vecinos como Marco Antonio denuncian sentirse abandonados por las autoridades del distrito, alegando falta de patrullaje y respuesta efectiva.