Dolores Domínguez es una señora de avanzada edad que vende golosinas en los exteriores de la Dirincri, desde hace un año al lado de su nieta, quien ha cuidado desde que nació.
La madre abandonó a la pequeña y su padre se encuentra enfermo. Doña Dolores contó que el progenitor viajó a la selva hace 6 meses, y que le comunicaron que había fallecido; no obstante; luego se enteró que seguía vivo, pero se encontraba en estado grave a consecuencia del COVID-19. Aclaró que el papá de la menor se hará presente cuando se recupere.
Sin embargo, esta abuela coraje pide ayuda para ella y su nieta que viven en una situación de precariedad. A pesar de vivir en tan paupérrima situación, la mujer recalca que hace de todo para que la niña no sufra las carencias. Incluso, la anciana ya padece enfermedades como Parkinson.
Indicó que recibió una visita por parte del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerable, pero después del cambio de Gobierno ya no tuvieron contacto con ella. Es debido a esto que hizo un llamado al presidente.
“(El Gobierno) Tiene que ver los casos de los niños abandonados. Hay muchos niños que no comen, que andan con la cajita vendiendo, pero eso mi niña no lo hace, lo hago yo porque yo soy la madre”, explicó.
Si desea ayudar a Dolores y a su nieta puede llevar ayuda directamente a la Dirincri, ubicada en la avenida España 323, distrito de Cercado de Lima.