La delincuencia continúa extendiendo sus tentáculos incluso dentro del sistema penitenciario. Un trabajador del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) en Huaraz denunció haber recibido amenazas de muerte, lo que encendió las alertas sobre la creciente vulnerabilidad del personal que labora en los penales del país.
El secretario general del sindicato del INPE, Julio César Burga, reveló que en lo que va del año al menos 47 trabajadores penitenciarios han reportado amenazas por parte de presuntos allegados a internos. La cifra podría superar el medio centenar si se incluyen a directores de diversos establecimientos penitenciarios como Chincha, Cañete, Chimbote, Lurigancho y Castro Castro, quienes también han sido blanco de intimidaciones.
Según explicó Burga, el trabajador amenazado recibió mensajes vía WhatsApp en los que los delincuentes mostraban armas de fuego, municiones y enviaban audios advirtiendo que harían explotar su vehículo. Incluso, los agresores demostraron conocer detalles de su rutina diaria, lo que eleva el riesgo no solo para el trabajador, sino también para su entorno familiar.
TRABAJADORES DESPROTEGIDOS
El dirigente sindical denunció además que los trabajadores del INPE se encuentran desprotegidos, ya que no cuentan con una bonificación por trabajo de alto riesgo, a diferencia de la Policía, las Fuerzas Armadas y los Bomberos. Precisó que el seguro de vida solo los cubre durante el ejercicio de sus funciones dentro del penal, situación que los deja expuestos fuera del servicio.