El ciudadano ucraniano Iván Kuzmin, de 39 años, fue condenado a 15 años, cuatro meses y cinco días de prisión efectiva por el homicidio calificado de la rusa Liudmila Lazarenko, ocurrido en Yurimaguas. Además, deberá pagar una reparación civil de S/ 80.000 a favor de los deudos de la víctima. Kuzmin ya venía cumpliendo prisión preventiva y la sentencia se computará desde el 8 de agosto de 2024 hasta el 13 de diciembre de 2039.
CONFESIÓN
Durante el juicio oral, Kuzmin confesó el crimen e intentó justificar su conducta señalando que habría actuado bajo los efectos de alucinaciones provocadas por el consumo de ayahuasca durante una ceremonia. En un video presentado en audiencia, el condenado afirmó haber percibido en la víctima una “energía negra” que —según su versión— lo llevó a atacarla. También aseguró que ambos habían ingerido la sustancia ancestral.
Sin embargo, este argumento fue descartado por el tribunal. Las pruebas toxicológicas realizadas tras su detención dieron resultado negativo, al igual que los exámenes psiquiátricos, que confirmaron que Kuzmin no presentaba daño cerebral ni trastornos mentales que pudieran alterar su responsabilidad penal. Para el Ministerio Público, la versión del acusado buscaba evadir la gravedad del hecho.
Finalmente, al leerse la sentencia, la Fiscalía resaltó que la brutalidad del ataque configuró el agravante de ferocidad, determinante para la condena por homicidio calificado. Con esta decisión, el Poder Judicial cerró un proceso marcado por la crudeza del crimen y por una defensa basada en argumentos que no fueron sustentados por la evidencia pericial.