Rosa Huaroto y Daniel Bocanegra comparten una trágica historia: sus hijos, ambos trabajadores de la mina La Tolva en Pataz, desaparecieron en septiembre de 2024. La zona, conocida por su minería ilegal de oro, fue el último lugar donde se les vio con vida.
En octubre del mismo año, se encontró una fosa común con 16 cuerpos en una mina subterránea cercana al lugar de la desaparición de los jóvenes. Este descubrimiento unió a Rosa y a Daniel en una lucha por la justicia.
NO OBTIENEN JUSTICIA
Casi cinco meses después del hallazgo, no solo no han obtenido justicia, sino que también enfrentan obstáculos dentro del sistema legal peruano. A pesar de sus intentos, no se les ha permitido ingresar a la morgue para reconocer los cuerpos.
Daniel Bocanegra, padre de Hideky, uno de los jóvenes desaparecidos, ha solicitado en repetidas ocasiones al fiscal de Pataz que le permita entrar a la morgue. Hideky tenía dos tatuajes en la espalda, características que, según una trabajadora de la morgue, coinciden con uno de los cadáveres allí almacenados.
Por otro lado, Rosa, madre de Danny Melendez Huaroto, otro de los desaparecidos, cree que su hijo se encuentra entre los cuerpos en la morgue. Sin embargo, al igual que Daniel, se le ha impedido ingresar para reconocerlo.