El futbolista Paolo Guerrero paso de estar en los ojos de clubes deportivos nacionales e internacionales a convertirse en el blanco de una presunta banda delincuencial que amenaza con atentar contra él y su familia.
El pasado 2 de febrero Guerrero firmó su pase con la Universidad César Vallejo por 130 mil dólares, según el “Depredador” el calvario inicio la noche de ese mismo día. “Revisé el contrato y lo leí y decidí firmarlo, eso fue por la tarde, en la noche mi madre empieza a recibir mensajes”, contó.
Tras ello, el delantero indicó que mantuvo una conversación con Christian Cueva para que le informe sobre la situación de la ciudad y este le habría asegurado que todo estaría bien y que un amigo conversaría con estos “tipos” para asegurarle su seguridad.
Este contacto habría desatado la furia de los criminales, quienes nuevamente volvieron a amedrentar. Dos días después, el abogado de Guerrero tuvo contacto con altos mandos policiales gracias a la intervención de Richard Acuña.
Guerrero afirma que Acuña, le ha prometido ponerle seguridad privada hasta a sus hijos, pero la propuesta no convence al depredador. Las intenciones del 9 de la selección de rescindir del contrato con Vallejo se hacen cada vez más fuerte, llegando a una reunión entre él y su abogado con el señor Richard Acuña.
DESTINO DE PAOLO GUERRERO ESTARÍA EN MANOS DE CLUB CÉSAR VALLEJO
A sus 40 años el delantero va a contra el reloj, pues el 26 de febrero se cierran los libros de pases de los clubes futbolísticos a nivel de Sudamérica ¿Cuál será el destino ahora del depredador? La respuesta, asegura su defensa, queda en manos de los representantes del club Cesar Vallejo.