La organización y coordinación de la fiesta de la hija del presidente, hecha por la empresaria Karelim López, puede ser considerado una dadiva e, incluso, representaría un conflicto de intereses, según el director ejecutivo delConsejo Privado Anticorrupción, Eduardo Herrera.
La empresaria, investigada por la Fiscalía por el presunto delito de tráfico de influencias, se encargó de hacer la conexión con Brenda Carvalho para celebrar el onomástico en Palacio de gobierno el pasado 27 de octubre, por el cual según la animadora no cobró ni un sol a pesar de que ese tipo de shows tiene un precio de 8 mil soles aproximadamente.
La fiesta se celebró cinco días después de que se adjudicara al consorcio Puente Tarata III, al cual asesora Karelim López, un contrato de 232.5 millones de soles de Provías Descentralizado.
La ley de conflicto de intereses de los lineamientos de la ética precisa que las personas que contratan con el Estado deben abstenerse de prometer u otorgar beneficios de cualquier tipo, proveer servicios o entregar bienes de cualquier naturaleza a favor de los funcionarios con capacidad decisión pública.
OPINAN CONGRESISTAS
Para el congresista de Renovación Popular, Alejandro Muñante, esta fiesta confirmaría el vínculo cercano que existe entre Karelim López y el presidente.
En tanto, el parlamentario de Avanza País, Alejandro Cavero, aseguró que solicitara información sobre el proceso de licitación que gano el consorcio representado por la empresaria
Desde Fuerza Popular, el congresista Hernando Guerra García afirmó que las investigaciones continuaran en la Comisión de fiscalización.