El desborde del río Chilca en el distrito de Pucusana, dejó calles inundadas y graves pérdidas en cultivos. Además, las casas de campo resultaron afectadas debido a que los accesos terminaron bloqueados.
Cuando inició la inundación, el agua traspasó con fuerza unas rejas de seguridad que protegen a los pobladores y casi ingresan a sus viviendas. Como medida de seguridad, colocaron sacos de arenas.
Las autoridades de Pucusana, levantaron un montículo de tierra y piedras en el desvió del río Chilca, para evitar el ingreso del agua, sin embargo, los vecinos del centro poblado El Progreso, temen que un nuevo desborde inunde sus casas.
Según indicó una propietaria de los terrenos afectados, la solución al problema se encuentra en regresar al cauce natural del río Chilca, que fue desviado hace décadas. Los propietarios de los terrenos afectados y los residentes exigen a las autoridades que tomen medidas que queden expuestos a situaciones de peligro.