La pandemia originada por la COVID-19 ha obligado a varios Gobiernos a tomar decisiones drásticas pero necesarias, una de ellas es administrar temporalmente las clínicas privadas, con el fin de garantizar los servicios de salud a los pacientes infectados.
Tal fue el caso de Chile en donde a mediados de abril el Gobierno del presidente, Sebastián Piñera, tomó el control de la primera clínica privada. Se trató de “Elqui”, el principal centro de salud privado de la región de Coquimbo. El gobierno chileno, controla también los respiradores del sector público y privado de acuerdo a las necesidades regionales.
Así como Chile, España también optó por tomar el control de los hospitales privados, así lo anunciaba el ministro de Sanidad, Salvador Illa el pasado 16 de marzo, con la medida adoptada por el gobierno se pudo habilitar nuevos lugares de forma temporal para la asistencia de pacientes infectados por coronavirus.
A inicios de este mes, fue Irlanda la nación que declaró públicos todos sus hospitales privados, con el mismo objetivo, que nadie quede sin ser atendido, en caso resulte infectado por el temible virus, con la ejecución de esta norma temporal, no solo se incorporan miles de empleados al sector estatal de salud, sino también unas 2 mil camas para pacientes de coronavirus y 9 laboratorios para los exámenes necesarios.