Las posibilidades de encontrar a los 44 tripulantes del submarino San Juan son mínimas. Una explosión registrada por sensores de la ONU y Estados Unidos se registró el mismo día que se perdió el submarino.
La detonación podría ser la explicación de por qué el personal del navío no procedió con ningún plan para alertar la emergencia como es colocar una boya o lanzar una bengala. La explosión también explicaría la interrupción repentina de las comunicaciones con la nave.
Pese a que las autoridades argentinas confirmaron la explosión, la búsqueda no ha finalizado y aún se buscan los retos de la embarcación que podrían estar hasta en los 3 000 metros de profundidad.
Los familiares arrojaron duran críticas contra las Fuerzas Armadas argentinas quienes denunciaron irregularidades en misiones posteriores y además por enviar a sus seres queridos a navegar en un buque que data del año 1985.