A casi una semana del atentado terrorista en la iglesia de Normandía, los líderes de la comunidad musulmana se niegan a enterrar en lugar sagrado a Adel Kermiche, uno de los dos atacantes.
Los musulmanes de Saint Etienne Du Rouvray, el pueblo donde se crió el joven de 19 años, aseguran que no es uno de los suyos y se niegan a participar en su funeral.
Según los investigadores, que ahora buscan a posibles cómplices, los terroristas se conocieron vía internet unos días antes del atentado.
Como medida preventiva, el gobierno francés mantiene la vigilancia en las mezquitas más radicales. Este fin de semana, musulmanes y católicos celebraron una misa en honor a Jaques Hamel, el sacerdote de 86 años, víctima mortal del atentado.