La sensación de empalagamiento después de consumir demasiados dulces es un fenómeno familiar para muchos, pero ¿Qué ocurre realmente en nuestro cuerpo? La nutricionista Pierina Papadopulos explica que esta sensación es una respuesta natural del cuerpo a niveles elevados de glucosa en la sangre.
¿QUÉ PASA EN NUESTRO CUERPO CUANDO COMEMOS MUCHO DULCE?
Según la especialista, cuando consumimos una cantidad excesiva de alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas, como pasteles y otros postres, el cerebro envía señales para detener el consumo al aumentar los niveles de glucosa en la sangre. Este aumento provoca cansancio y una alerta de que hemos consumido suficiente, lo que genera neurotransmisores como la dopamina, que a su vez produce una sensación de placer que nos hace detenernos.
Los efectos del empalagamiento no solo incluyen pesadez y fastidio, sino que también pueden provocar dolores de cabeza y estómago. Además, Papadopulos advierte que el empalagamiento constante puede tener consecuencias a largo plazo, como sobrepeso, obesidad, resistencia a la insulina y diabetes, debido al exceso de glucosa en la sangre que no puede ser absorbida eficazmente por las células.
Para evitarlo, la nutricionista recomienda mantener un equilibrio en la dieta, incorporando alimentos con alto valor nutricional como frutas y verduras, y optar por carbohidratos integrales que contengan más fibra y nutrientes. Además, enfatiza en la importancia del consumo de agua para diluir la concentración de glucosa en la sangre y mitigar la sensación de empalagamiento.