Andrés Hurtado, conocido popularmente como ‘Chibolín’, se encuentra en el centro de la polémica tras declarar ante la justicia que no terminó la secundaria debido a problemas de salud. Sin embargo, registros del Reniec demuestran que el exconductor de ‘Sábado con Andrés’ sí completó su educación secundaria, contradiciendo así sus propias palabras. Hurtado está detenido y siendo investigado por presunto tráfico de influencias y lavado de activos, lo que ha puesto todas sus declaraciones bajo el escrutinio de las autoridades y la opinión pública.
EL ARGUMENTO DEL TDAH
Durante su audiencia de Control de Identidad, Hurtado argumentó que abandonó sus estudios en quinto de primaria debido a un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Según sus declaraciones, esta condición le impidió concentrarse y avanzar en su educación. "Los niños con TDAH no pueden estudiar. Desde el colegio tengo todo rojo, nunca tuve un azul", expresó ante los magistrados, intentando justificar su bajo nivel educativo. No obstante, la información del Reniec pone en duda esta versión, complicando aún más su situación legal.
INTENTO DE VICTIMIZACIÓN O ESTRATEGIA LEGAL
Además de su TDAH, Hurtado mencionó en su defensa una serie de problemas de salud, incluyendo hipertensión, arritmias cardíacas severas y secuelas de haber contraído COVID-19 en seis ocasiones. Este intento de presentarse como una víctima de su estado de salud ha generado controversia y críticas, ya que muchos consideran que busca ganar la simpatía del juez y desviar la atención de las graves acusaciones que enfrenta. La revelación de que sí terminó la secundaria podría afectar su credibilidad y fortalecer la investigación en su contra.
A las contradicciones sobre su nivel educativo se suma un nuevo desmentido. Durante la misma audiencia, Hurtado afirmó tener un vínculo laboral con Molisalud, pero la empresa negó cualquier relación contractual con el conductor. "Jamás ha mantenido contrato laboral con nosotros", aclaró la entidad en un comunicado difundido en redes sociales. Esta falta de arraigo laboral y las inconsistencias en sus declaraciones complican aún más su situación legal y ponen en tela de juicio su estrategia de defensa.
La situación legal de Andrés Hurtado sigue siendo incierta. Con documentos oficiales que desmienten sus declaraciones y la atención mediática sobre cada uno de sus movimientos, el caso ha generado gran expectativa en el público. Mientras tanto, sus hijas, Josetty y Génnesis Hurtado, han preferido mantenerse al margen, enfocadas en sus compromisos profesionales en Estados Unidos.