Tras las celebraciones de Navidad, muchas familias terminan con abundante comida en casa. Pavos, lechones, ensaladas y postres suelen quedar en la refrigeradora y, en algunos casos, terminan en la basura. Sin embargo, con medidas básicas de seguridad alimentaria y un poco de creatividad, estos alimentos pueden reaprovecharse de forma segura y práctica.
Especialistas en nutrición recomiendan verificar primero el estado de los alimentos. Si han permanecido refrigerados, bien tapados y no presentan olor extraño, cambios de color o textura, pueden consumirse sin riesgo. En el caso de carnes cocidas, estas deben haberse guardado dentro de las dos primeras horas después de la comida para evitar la proliferación de bacterias.
1. Lo primero: revisa y conserva bien
Guarda la comida en recipientes herméticos.
Refrigera antes de que pasen 2 horas desde que terminó la cena.
No mezcles alimentos viejos con nuevos.
Si estuvo toda la noche fuera de la refrigeradora, mejor no consumirla.
2. ¿Te sobró pavo, pollo o cerdo?
Sándwiches o wraps con pan, lechuga y salsas.
Salteados rápidos con verduras y arroz.
Tacos o empanadas usando la carne desmenuzada.
Arroz chaufa navideño con trozos pequeños.
Tip: recalienta solo una vez para evitar riesgos.
3. Arroz, puré y guarniciones
El arroz puede convertirse en croquetas o tortillas.
El puré sirve para rellenos o como base para pastel de papa.
Verduras cocidas: perfectas para cremas o sopas.
4. Ensaladas y salsas
Si tienen mayonesa o cremas, consúmelas el mismo día o deséchalas.
Las verduras sin aderezo pueden reutilizarse en salteados o tortillas.
Las salsas pueden servir como base para pastas o carnes.
5. Panetón y postres
Tostadas francesas con panetón.
Budín casero mezclando leche, huevo y trozos sobrantes.
Helado con panetón o postres en capas.
El panetón también se puede congelar en porciones.
6. Lo que NO debes reaprovechar
Comida con olor extraño o textura rara.
Platos con crema o mayonesa mal conservados.
Alimentos que ya fueron recalentados más de una vez.