Esperanza en prisión: Diseñador francés ayuda a reos a emprender
La Ley de la Calle llegó hasta el penal de Lurigancho para conocer el emprendimiento de cientos de reos que aprendieron confección de la mano de la empresa Pietá.
La Ley de la Calle llegó hasta el penal de Lurigancho para conocer el emprendimiento de cientos de reos que aprendieron confección de la mano de la empresa Pietá.
Cárceles productivas.Pagar una condena no es solo pasar años tras una celda, es cumplir una pena en el alma. La Ley de la Calle llegó hasta el penal de Lurigancho para conocer el emprendimiento de cientos de reos que aprendieron confección de la mano de la empresa Pietá
Pietá es la marca de un francés llamado Thomas que dejó Chanel para realizar un proyecto con gente que vive en la cárcel y busca tener un oficio y superarse hasta cumplir su condena. El europeo dice que no es un acto de caridad sino una empresa.
En el penal se estableció una fábrica de confección y cientos de encarcelados se sienten animados, pues el tiempo ahora es aprovechado. Todos tienen una historia detrás.