En Estado Unidos, el Tribunal de Apelaciones de Iowa rechazó el pedido de libertad de un asesino convicto que argumenta haber completado su sentencia de cadena perpetua cuando "murió momentáneamente" durante una emergencia médica hace cuatro años.
Benjamin Schreiber, de 66 años, es un recluso de la Penitenciaría Estatal de Iowa que en 1997 fue declarado culpable por asesinato en primer grado y condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
El hombre sufrió una "intoxicación séptica" (una respuesta inmunitaria a una infección, potencialmente mortal), en marzo de 2015, debido a unos cálculos renales. Este cuadro provocó que cayera inconsciente en su celda por lo que fue trasladado de emergencia a un hospital donde los doctores lo resucitaron "cinco veces".
Debido a ello, desde 2018 Schreiber ha solicitado ser liberado sosteniendo que se encuentra bajo custodia ilegal, debido a que técnicamente murió tras el incidente clínico con el que cumplió su pena. Sin embargo la corte ha rechazado su solicitud afirmando que la afirmación es "poco convincente y sin mérito". Apuntaron a que el hecho de que el hombre formule el pedido confirma su estado actual como "vivo".