El régimen de Kim Jong-un dio a conocer mediante un comunicado que no se objeta a resolver la tensión, siempre y cuando Estados Unidos revierta su "política hostil y amenaza nuclear", pero desechó la humillante mesa de negociación.
Asimismo, el país norteamericano abrió la posibilidad de un diálogo auténtico y fiable con Pyongyang. para de una vez terminar con estas tensiones en la península asiática en las que también participan, China, Rusia y Japón.
De la misma manera, Corea del Sur interpreta estas declaraciones como una señal favorable para retomar las negociaciones y terminar con el conflicto.