¿Eres un gruñón? Estas son nueve razones por las que debes sentirte orgulloso
Estudios científicos han demostrado que ser malhumorado y pesimista tiene ventajas que muchos no imaginan, ¡y son realmente geniales!
Estudios científicos han demostrado que ser malhumorado y pesimista tiene ventajas que muchos no imaginan, ¡y son realmente geniales!
En el mundo hay millones de personas y cada una tiene su propia personalidad. Sin embargo, hay quienes, para bien o para mal, se destacan del resto, y una de ellas son los ‘gruñones’ ¿Quién no se ha topado o conoce a alguno? Tal vez tú que lees esto eres irremediablemente uno de ellos.
Este tipo de personas es mal visto por muchos, quizá la mayoría, pero la verdad es que están un poco incomprendidos. Es que la vida tampoco es color de rosa, y sobre todo ¿sabías que ser algo malhumorado y pesimista tiene sus ventajas?
Y no son poca cosa. Según diversos estudios, tener un poco los pies en la tierra y disgustarte de vez en cuando puede traerte beneficios como vivir más, tener un matrimonio más sano y ¡hasta ganar más en tu trabajo! ¿Increíble, verdad? Mira estas nueve ventajas a continuación.
1. Mejores negociadores: Los gruñones suelen llegar a mejores acuerdos, pues son más exigentes tomando decisiones y siempre buscan evitar riesgos. Así pueden tener también mayores salarios en sus empleos.
2. Sus matrimonios son más estables y tienen una vida más larga.
3. Aunque no lo creas, según los científicos, el mal humor puede ser beneficioso para un buen número de habilidades sociales como el lenguaje, la memoria y la capacidad de persuasión.
4. Newton, Beethoven. Miguel Ángel y otros genios eran conocidos por su mal temperamento, lo que puede indicar que los gruñones pueden destacar por ser visionarios e inteligentes.
5. Ante una situación desafiante, los gruñones tienden a ser más atentos, detallistas y mejores observadores que el resto.
6. Menos egoístas. Por lo general los gruñones ponen más atención a las normas sociales y las expectativas de los demás, por lo que se portan más justa y desinteresadamente, sin pensar solo en su beneficio.
7. La oxitocina es llamada la hormona de la felicidad y, aunque suena muy bonito, está demostrado que ésta reduce la habilidad de distinguir amenazas ¿Has visto cuando un enamorado parece flotar por las nubes y acaba estrellándose contra una pared? Algo así. Adivina quiénes producen menos oxitocina y por tanto se cuidan más de los peligros para su salud y situaciones perjudiciales.
8. Son más creativos: Los arranques de rabia preparan al cuerpo para movilizar recursos. En una mala situación, el cuerpo envía señales y da un impulso de energía para superarla.
9. Los gruñones tienen menos riesgo de hacer las cosas mal: Se conoce como pesimismo defensivo ¿Has oído de la ley de Murphy? Esta señala que “si algo puede salir mal, saldrá mal”, aunque suene feo, los pesimistas imaginan todas las posibilidades en que algo puede salir mal, lo cual les da una ventaja clave: se preparan, anticipan las soluciones y así evitan a toda costa los errores.
Dentro de la gran capacidad de los humanos está el adaptarse a los sentimientos, incluso a los negativos como la ira, la tristeza y el pesimismo. De esta forma, pueden convertirlos en herramientas para triunfar.
Así que ya sabes, la próxima vez que veas a un gruñón, no lo critiques. Obsérvalo y tal vez aprendas algo muy valioso.