Durante la época victoriana, solo años después de la aparición de la fotografía, era común, aunque no lo creas, registrar fotos de cadáveres como si estuvieran vivos: fuera del ataúd, 'protagonizando' escenas en el que parecían estar con vida. Era una práctica de lo más normal para la sociedad de entonces, a tal punto que se extendió por muchos países y perduró incluso hasta los años 80 del siglo XX. Para los estándares de hoy en día, esto sería bastante perturbador. Pero ¿cuál era fin de esta insólita tradición? Mira las fotos más impactantes y los estudios al respecto.