En la actualidad, más de 40 millones de personas son víctimas de la esclavitud moderna, dentro de esta cifra, 15 millones son casos de matrimonio forzoso mientras que 30 millones de personas cayeron en la explotación laboral.
Uno de los casos más lamentables ocurrió en Ecuador, la Defensoría del Pueblo denunció que 450 trabajadores era explotados en plantaciones de la empresa Furukawa; allí, decenas de familias afrodescendientes vivían en deplorables condiciones.
En tanto, en México, una mujer logró escapar de una casa donde era explotaba y golpeada salvajemente. Su calvario comenzó cuando escapó de casa y una vecina la refugió pero luego la puso a trabajar en el negocio familiar, una lavandería en la que ella debía planchar 100 camisas diarias de lo contrario era golpeada con palos de escoba y hasta barras de hierro.
La policía de Ontario, Canadá, rescató 43 migrantes mexicanos en condición de esclavitud, todos ellos llegaron hasta la vivienda de una mujer que los engañó prometiendo un sueldo fijo, visas de trabajo y hasta la residencia permanente; para adquirir esto debían abonarle 1700 dólares. Al llegar a la vivienda, se toparon con una desagradable sorpresa.
En nuestro país, dos jóvenes fallecieron calcinados luego que un incendio se desatara en el lugar en el que trabajaban: un contenedor ubicado en la parte superior de una galería donde permanecían encerrados para ganar tan solo 200 soles mensualmente.