La historia de la vida en la Tierra está llena de episodios de extinciones masivas. Pero junto a estos implacables cambios naturales, la acción humana también ha llevado a la desaparición a muchas especies.
En nuestra era moderna, muchos organismos y agencias de protección han hecho un seguimiento de las especies que están en la vía rápida hacia un destino incierto, contabilizando las carencias que podrían empujarlas al borde de la desaparición.
A lo largo de los siglos, la caza sin control y la introducción de especies invasivas han sido los principales desencadenantes de muchas extinciones de especies. La herencia de los cazadores y explotadores del pasado puede verse en las historias de numerosas especies extinguidas en épocas más recientes.
UNA HISTORIA DE MILES DE AÑOS
Uno de esos tristes relatos es el del Thylacinus cynocephalus, más conocido como "lobo de Tasmania" o “tigre de Tasmania”. Este marsupial carnívoro habitó en la isla de Tasmania desde el Holoceno, hace más de 11.000 años, y convivió con especies endémicas que solo existieron allí.
La llegada de los humanos a Tasmania marcó el principio del fin para esta especie de lobo. Los colonos comenzaron una caza intensiva de este depredador, cuyo acoso continuó hasta que en 1936, tal como se temía, la especie se extinguió.
EN ZOOLÓGICOS
Algunos zoológicos lograron obtener ejemplares del lobo de Tasmania antes de su total desaparición, pero la cría en cautividad no pudo salvar a la especie, y el último ejemplar en el zoo de Hobart, en Tasmania, murió el 7 de septiembre de ese mismo año.
El caso del lobo de Tasmania recuerda a la desaparición del Dodo, un pájaro no volador que también fue exterminado por los humanos. La existencia de ambos es una advertencia inquietante de la capacidad humana para alterar de manera irreparable los ecosistemas y sus criaturas.
La única diferencia es que la última aparición del lobo de Tasmania pudo ser grabada y compartida en numerosas ocasiones, permitiendo a las generaciones futuras observar a una especie que ya no está con nosotros.
A través de la cuenta deTikTokdel usuario @IkerHiuguay, se compartió un video histórico que muestra al último espécimen del lobo de Tasmania en cautiverio, en las imágenes difundidas se aprecia al animal dando vuelvas en el espacio en el que estaba confinado. En el video también se pueden observar su poderosa mandíbula y sus filosos dientes.
La historia del lobo de Tasmania no es solo un relato de pérdida; es un recordatorio de la necesidad de proteger nuestra biodiversidad y de la responsabilidad que compartimos en la preservación de todas las formas de vida en la Tierra.