El inmejorable cuentista Julio Ramón Ribeyro cumpliría hoy 90 años
Su pluma desfila sobre una realidad escurridiza. Migración, soledad, racismo y fracaso eran los temas que empleaba en su escritura para interpelarnos.
Su pluma desfila sobre una realidad escurridiza. Migración, soledad, racismo y fracaso eran los temas que empleaba en su escritura para interpelarnos.
Para escribir necesitaba soplar un cigarrillo y beber una buena copa de vino. Sobre él requería de un confortable sillón que le permitiría atisbar la calle desde su enorme ventana mientras afilaba su escritura detallista. Ese era Julio Ramón Ribeyro, así escribía el escritor, para muchos, más querido del Perú y uno de los mejores cuentistas de Latinoamérica que hoy, 31 de agosto, estaría cumpliendo 90 años.
Sus temas literarios más tocados con el que perforaba la frialdad de un sentimiento eran la migración, el racismo, la soledad y el fracaso. Con el cuento destacó, y en otros géneros como la novela, el ensayo, el teatro, el diario y el aforismo nos interpeló.
En virtud de celebrar su natalicio, les concedemos algunos de los fragmentos de sus principales obras como la monumental colección "La palabra del mudo", sus diarios "La tentación del fracaso" y la agudeza de leer "Prosas apátridas".
Prosas apátridas
Dentro de algunos años alcanzaré la edad de mi padre y, unos años después, superaré su edad, es decir, seré mayor que él y, más tarde aún, podré considerarlo como si fuese mi hijo. Por lo general, todo hijo termina por alcanzar la edad de su padre o por rebasarla y entonces se convierte en el padre de su padre. Sólo así entonces podrá juzgarlo con la indulgencia que da el "ser mayor", comprenderlo mejor y perdonarle todos sus defectos. Sólo así, además, se alcanza la verdadera mayoría de edad, la que extirpa toda opresión, así sea imaginaria, la que concede la total libertad.
La tentación del fracaso
26 de mayo ¡Qué miseria de vida! He pasado una noche sin dormir, caminando por las calles de Madrid, porque no tenía alojamiento. Recién he conseguido un cuartito en la calle Santa Clara. Tengo una de esas fatigas profundas en las cuales hasta se pierde el sueño. Para colmo no recibo de Lima ni noticias ni dinero. Solamente C. me escribe unas líneas frías y calculadoras que han sido como el golpe de gracia sobre mi abatimiento. Aquí en Madrid mi tío Ramón García Ribeyro parece haberse esfumado. Hace quince días que lo llamo por teléfono sin resultados. Mi formulario para la beca alemana duerme hace un mes en su cartapacio y aún no puedo enviarlo. La primavera naciente ha despertado la carne en las mujeres, las está dorando a fuego lento, sabe Dios para qué cópulas secretas. Y yo sigo solo -una vez más- lamentando la distancia, los amores perdidos.
Algunas de sus vastas y mejores frases:
1. "Una persona sin amigos corre el riesgo de no llegar jamás a conocerse".
2. "En cada lector futuro, el escritor renace”
3. "Un amigo es alguien que conoce la canción de tu corazón y puede cantarla cuando a ti ya se te ha olvidado la letra".
4. "Cada escritor tiene la cara de su obra".
5. "Ser el eterno forastero, el eterno aprendiz, el eterno postulante: he allí una forma para ser feliz"
6. "¿Por qué escribo? Para crear, sin otro recurso que las palabras, algo que sea bello y duradero".
7. "Empieza a sobrarme un poco de pasado. Ya no sé dónde meterlo ni qué hacer con él. Eso quiere decir que me estoy volviendo viejo".
9. "El gran error de la naturaleza humana es adaptarse. La verdadera felicidad está construida por un perpetuo estado de iniciación, de entusiasmo constante".
10. "No concibo mi vida más que como un encadenamiento de muertes sucesivas. Arrastro tras de mí los cadáveres de todas mis ilustraciones, de todas mis vocaciones perdidas".