Demolición del mercado de Mazamari termina en enfrentamientos y denuncias
Fiscal tuvo que retirarse del lugar luego de paralizar la obra por falta de garantías.

Fiscal tuvo que retirarse del lugar luego de paralizar la obra por falta de garantías.
La demolición del mercado central del distrito de Mazamari derivó en un violento enfrentamiento entre pobladores, comerciantes y autoridades, dejando al descubierto una profunda fractura social. Lo que comenzó como un proyecto municipal de modernización terminó escalando hasta una intervención con maquinaria pesada y una turba enardecida que obligó al fiscal de turno, Hamilton Montoro, a retirarse del lugar tras recibir agresiones verbales y físicas.
De acuerdo con la Asociación de Comerciantes del Mercado, las tensiones se originaron meses atrás, cuando la municipalidad declaró en emergencia el establecimiento basándose en un informe técnico que, según la denuncia, habría sido elaborado por un ingeniero que no estaría colegiado. Además, los comerciantes aseguran que no fueron consultados, pese a que más de 300 personas dependen directamente de este centro de abastos para su sustento diario.
Demolición del mercado de Mazamari desata denuncias y división vecinal
Los denunciantes también cuestionan el proceso de adjudicación de la obra, que habría sido asignada a la empresa Solution Capital SAC mediante una comisión cuya conformación no fue consensuada. Según lo señalado, la empresa contaría con un capital de 1 millón 600 mil soles para ejecutar un proyecto valorizado en 17 millones, además de no registrar un historial tributario acorde. Mientras dure la construcción, los comerciantes serían trasladados a un mercado provisional, ubicado —según indican— en una losa deportiva que no tendría acceso a agua potable ni sistema de desagüe.
El conflicto se agudizó el último domingo, cuando el fiscal Hamilton Montoro dispuso la paralización de la demolición al advertir la ausencia de garantías, decisión que generó molestia entre un sector de la población. Horas después, la llegada de maquinaria pesada y el cercado del local dieron paso a la demolición del mercado, provocando enfrentamientos. Actualmente, Mazamari permanece dividido entre quienes exigen continuar con la modernización y los comerciantes que reclaman condiciones claras y seguras para seguir trabajando.