Las obras del viaducto Javier Prado–Arenales, anunciadas por la Municipalidad de Lima, comenzaron con el cierre de un carril a lo largo de Javier Prado. Se trata de un proyecto que conectará Arenales con Las Begonias y que promete mejorar el tránsito vehicular y peatonal, además de reducir el caos que caracteriza esta vía. De acuerdo con la comuna, la inversión asciende a S/269 millones.
CONGESTIÓN INCLUSO EN FERIADO
A pesar de ser feriado, el tránsito siguió trabado. En la intersección con Rivera Navarrete los vehículos continuaban acumulándose, pese a la presencia de policías de tránsito.
“Es un infierno… lo peor en todo Lima. Si lo van a hacer, que sea de manera ordenada”, comentó un conductor.
Según el cronograma oficial, la obra tendrá 1.88 km de longitud y se culminará en 540 días calendario (menos de dos años). La municipalidad estima que la velocidad de viaje aumentará de 11 km/h a 52 km/h en horas pico.
El diseño incluirá dos carriles por sentido, rampas de acceso, pavimentación, un paso elevado que evitará las intersecciones críticas con Arenales, Arequipa, Petit Thouars, Iquitos y, finalmente, el descenso hacia Las Begonias.
OPINIONES DIVIDAS
Algunos consideran que la obra aliviará el desplazamiento hacia distritos como La Molina. Otros temen un caos temporal: “Va a dificultar mucho el tráfico y va a ser complicado llegar a emergencias o al trabajo”, afirmó un vecino.
Otro sugirió medidas complementarias: “Habiliten vías alternas para que podamos transitar”.
Cabe mencionar, que la avenida Javier Prado es una arteria vital que une varios distritos. En horas punta, recorrer pocas cuadras puede tomar 20 o 25 minutos; si hay autoridades circulando, el tiempo puede duplicarse.
“Es terrible… si además el policía no da pase, llegamos a 40 minutos”, reconoció un conductor.
Este viaducto será el primero de tres pasos a desnivel que la Municipalidad de Lima proyecta ejecutar en Javier Prado, la segunda vía más larga de Lima después de la avenida Universitaria.