Se trata de la campaña "Nadie desechado" emprendida por la ONG "Médicos del Mundo" para solicitar la derogación de una legislación que supuso la retirada de la tarjeta sanitaria a 873.000 personas e implantó un copago de medicamentos que agrava la situación de los pensionistas y familias con escasos recursos. La protesta fue realizada por actores, quienes vestidos de pacientes con bata preoperatoria pedían limonas en las calles de Madrid. Los ciudadanos podían ver "enfermos" con hipertensión, a punto de hacerse una diálisis o cargando con su bolsa de suero en las calles, iglesias y hasta el metro.