El presidente de Siria, Bashar Al Assad, advirtió que los países que atenten contra los intereses del pueblo sirio serán declarados enemigos del régimen y deberán de atenerse a las consecuencias, en clara alusión a los gobiernos de Francia y Estados Unidos. Asimismo, el mandatario retó a Barack Obama a que le presente pruebas de que el ejército sirio empleó armas químicas en el ataque a un grupo de civiles el pasado 21 de agosto. Finalmente, Al Assad indicó, "Oriente Medio es un polvorín y el fuego se acerca. No solo hay que hablar de la respuesta siria, sino de lo que puede ocurrir después del primer bombardeo. Nadie sabe lo que sucederá"