Jorge Bergoglio, primer pontífice argentino y latinoamericano de la historia, recibió en audiencia privada en el Vaticano a las selecciones de fútbol de Italia y Argentina, que mañana disputarán en Roma un partido amistoso en su honor. Sin embargo, el encuentro más esperado y que atrajo todos los flashes, fue el saludo entre el Sumo Pontífice y el jugador del Barcelona Lionel Messi. En dicha ceremonia, el exarzobispo de Buenos Aires e hincha confeso del equipo argentino San Lorenzo de Almagro, pidió que se elimine toda muestra de discriminación de los estadios y que no se pierda nunca el carácter deportivo, en alusión a las exorbitantes sumas de dinero que se manejan en este deporte.