El vandalismo generado por los infiltrados en las manifestaciones en contra del gobierno de Pedro Castillo la noche del último martes tuvieron como consecuencia la destrucción de diversos establecimientos, parques, estaciones del Metropolitano e iglesias atacadas con piedras y palos.
Los locales ubicados en los alrededores de la plaza San Martín fueron perjudicados. Las pintas en diferentes paredes del centro de la ciudad reflejaron la violencia de los vándalos, quienes también rompieron ventanas y puertas de entidades bancarias.
DAÑOS EN EL EMTROPOLITANO
Una de las estaciones del Metropolitano afectadas fue La Colmena, en la que se suspendió el embarque de pasajeros.
Los sujetos que ocasionaron todos estos desmanes no solo utilizaban piedras, sino también palos que habían sido robados de una iglesia del centro de la capital.
Así amaneció Lima, un día después de los enfrentamientos ocasionados por un grupo de vándalos que tergiversaron la protesta pacífica contra el presidente Castillo. Lunas rotas, puertas inservibles y locales totalmente destrozados.