Un nuevo crimen registrado en las inmediaciones de la muralla de Chuquitanta, en San Martín de Porres, volvió a encender las alarmas entre los vecinos de esta zona ubicada a la margen izquierda del río Chillón. La víctima fue identificada como Luis Daniel del Espíritu Santo Almerida Mendoza, ciudadano venezolano de 35 años, quien, según Medicina Legal, recibió múltiples impactos de bala en el torso y la cabeza.
El ataque ocurrió cerca de las 9 de la noche del domingo 28 de diciembre. De acuerdo con información policial, el hombre llegó al lugar a bordo de un vehículo junto a tres personas. Minutos después fue baleado y los sicarios huyeron rápidamente, dejando su cuerpo en plena vía. Los disparos alertaron a los residentes, quienes al salir de sus viviendas se encontraron con la escena del crimen.
Especialistas en seguridad señalan que Chuquitanta se ha convertido en un punto estratégico para el accionar del crimen organizado. El comandante en retiro Francisco Rivadeneira, exjefe de la BRECC Lima Norte, explicó que se trata de una zona amplia, con pocas viviendas, escaso alumbrado público y limitada presencia policial, condiciones que facilitan la impunidad. Vecinos coinciden en que los hechos violentos son frecuentes, incluso algunos que no llegan a ser denunciados ni difundidos.
OLA DE CRÍMENES
Este asesinato se suma a una larga lista de hechos sangrientos ocurridos en el sector, como el triple homicidio de octubre y otros ataques registrados en noviembre y años anteriores. No obstante, las autoridades manejan como primera hipótesis un ajuste de cuentas. Mientras tanto, los residentes exigen mayor patrullaje y presencia del Estado, ante el temor de que Chuquitanta continúe siendo utilizada como un “cementerio al paso” por sicarios y bandas criminales.