Este martes, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU indicó que la Policía de Perúhizo uso innecesario y excesivo de la fuerza durante las protestas en noviembre contra la designación de Manuel Merino de Lama como presidente del país.
"El derecho internacional es claro: las personas tienen derecho a reunirse pacíficamente y las reuniones solo pueden ser dispersadas en casos excepcionales", aseguró en un comunicado la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
En un informe publicado, la oficina de Naciones Unidas con sede en Ginebra, apunta que las fuerzas del orden no distinguieron entre los manifestantes pacíficos y aquellos que actuaron de manera violenta.
"La policía disparó perdigones con escopetas de calibre 12 y cartuchos de gas lacrimógeno directamente contra la cabeza y la parte superior del cuerpo de los manifestantes, de manera indiscriminada y a corta distancia", señala el comunicado.
FALTA DE IDENTIFICACIÓN
Por otro lado, otro incumplimiento apuntado fue la falta de identificación de las policías vestidos de civil al realizar arrestos, la ausencia de asistencia legal de los detenidos, algunos de los cuales se autoinculparon bajo presión, y las condiciones degradantes de detención.
"Diez detenidos relataron a la misión de la ONU haber sufrido abusos físicos y ocho señalaron presuntos abusos psicológicos", destaca el comunicado de la oficina, a cuya misión también se le informó de "ocho casos de violencia sexual y de género contra mujeres y hombres".
Asimismo, Bachelet destacó el inicio por las autoridades de algunas investigaciones preliminares y que el gobierno reconociera la comisión de violaciones, pero instó a investigar "todas las denuncias" de manera rápida, independiente y exhaustiva.