La población de Argentina se mostró conmocionada al darse a conocer el caso de la monja de origen japonés, Kosaka Kumiko, quien está involucrada en la selección de niños y niñas que posteriormente entregaría a miembros del instituto católico Antonio Provoló, ubicado en la provincia de Mendoza, para abusos sexuales.
Cabe indicar que este hecho se hizo público a finales del año pasado, luego que una víctima acusara a la religiosa de ser la cómplice del sacerdote que la violó. “Lo vi todo, me hacían quitar los pantalones”, afirmó una de las agraviadas. El recinto, además era conocido por ser uno de los mejores lugares para ayudar a niños sordos.
De igual manera otras personas que pasaron por esta clase de situaciones, señalaron a Kumiko como la mano derecha de los curas. Asimismo, precisaron que hasta los encadenaban, mientras que otra persona la sindicó de haberle colocado un pañal con al finalidad de disimular el sangrado que le había provocado la violación. También están se han imputado a tres empleados del instituto por este caso.