Conoce los casos de tres personas que llevan más de 25 años esperando conocer a otros seres que llevan su misma sangre, quienes por cosas del destino tuvieron que tomar otro camino.
La primera historia es de Aurelio Cuya , quien a sus 63 años de edad espera reencontrarse con aquellos hermanos de sangre que un día el destino los alejó de su vida. Cuando fallecieron sus padres, al parecer unos familiares los trajeron desde su natural Pampacruz (Ayacucho) para vivir en Lima. Ahora solo sabe que son 9 hermanos, entre ellos Hilario y Gregorio Cuya, a quienes jamás conoció.
Judith Tahua Delgado también busca a su hermano mayor Antonio, quien desapareció sin dejar rastro hace 31 años. En ese entonces tenía 28 años. La última vez que lo vieron fue cuando salió de su casa para ir a trabajar.
Lia Silvia busca a su hermano Orfilio García Cruz. Hace 25 años su amigo se lo llevó para buscar trabajo y desde entonces nunca más apareció. En la actualidad debería tener 58 años. Lamentablemente él no tramitó sus documentos de identidad lo que hace más complicada su búsqueda.
La ausencia de un ser querido duele, pero es más doloroso no saber qué pasó con esa persona y vivir en angustia. Si usted reconoce a alguna de estas personas desaparecidas, puede comunicarse a nuestra línea del reencuentro 411-3365 o a los teléfonos 959392694 / 914697004.
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