Los especialistas del Observatorio Europeo Austral (ESO) ubicado en el norte de Chile han podido aclarado cual es la "fuente de poder" de la nube de gas resplandeciente descubierta días atrás.
Las manchas "Lyman-Alfa" (nubes gigantes de gas de hidrógeno), son alimentadas por una galaxia en su interior.
"Hemos mostrado por primera vez que el resplandor de este enigmático objeto corresponde a luz dispersa que proviene de las galaxias brillantes escondidas en su interior, en lugar de provenir del gas a través de la propia nube brillante", explicó el astrónomo Mathew Hayes.
La mancha está tan lejos que su luz se ha demorado unos 11.500 millones de años en ser visualizada desde la Tierra.