La calificadora Fitch Ratings advirtió que el Perú no logrará cumplir con su objetivo de déficit fiscal para 2024, marcando el segundo año consecutivo en que el país rompe la regla fiscal. Según la agencia, las políticas fiscales más laxas, diseñadas para apoyar la recuperación económica en medio de la inestabilidad política, son las principales responsables de este incumplimiento. Fitch pronostica que el déficit fiscal alcanzará el 3.4% del Producto Bruto Interno (PBI), superando ligeramente el promedio de la categoría BBB.
En julio de 2023, el déficit fiscal móvil de 12 meses llegó al 4.1% del PBI. Ante esta situación, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) decidió aumentar su meta de déficit para 2024 al 2.8%, desde el 2.0% previamente establecido, impulsado por un gasto público que ayudó a que el PBI creciera un 2.5% interanual en el primer semestre del año. Fitch señaló que, aunque se espera un aumento en los ingresos fiscales por la mejora del crecimiento y los precios del cobre, no se prevén recortes de gasto significativos.
AUMENTO DE LA DEUDA PÚBLICA Y PRESIÓN FISCAL
El incumplimiento de la regla fiscal podría llevar a un aumento sostenido de la deuda pública, que se proyecta alcanzará el 32.7% del PBI, aún por debajo de la mediana esperada para la categoría BBB. Sin embargo, Fitch advierte que la recuperación de los ingresos fiscales podría seguir siendo insuficiente frente al crecimiento del gasto, debido a factores como el aumento de salarios, los costos de la deuda y la inversión pública.
Alonso Segura, presidente del Consejo Fiscal, calificó de "inédito" que Perú rompa la regla fiscal dos años seguidos, señalando que esta situación podría deteriorar la trayectoria de la deuda del país en comparación con sus pares de calificación, dijo en diálogo con La República. Además, la posible necesidad de apoyo financiero adicional a la estatal Petroperú representa un riesgo fiscal adicional.
IMPACTO EN LA CALIFICACIÓN CREDITICIA Y PERSPECTIVAS DE CRECIMIENTO
Fitch también destacó que la calificación soberana BBB de Perú se encuentra en perspectiva negativa, apenas un nivel por encima del grado especulativo. La agencia señala que, aunque el Perú mantiene una deuda pública moderada y una sólida liquidez externa, el deterioro de la gobernanza y un menor crecimiento económico representan desafíos para mantener su calificación actual.
Las proyecciones de crecimiento del gobierno son más optimistas que las de Fitch, que espera que el crecimiento del PBI regrese a su tendencia del 2.5% anual después de 2024. No obstante, la alta incertidumbre política y las presiones fiscales complican el panorama, poniendo en riesgo la estabilidad macroeconómica que históricamente ha sostenido la calificación del país.