La valentía de un pequeño bebé
Con un poco más de tres kilos de peso nació Leonardo. Desde entonces los médicos especialistas de neonatología, neurocirugía y cirugía de cabeza y cuello del hospital Almenara iniciaron los procedimientos de alto riesgo, junto a la invaluable labor de los especialistas de cardiología, genética, anestesiología y las enfermeras de neonatología.
El primer paso era quitar la vascularización del tumor, es decir cortar la función de los vasos sanguíneos ramificados alrededor del tumor, de esta manera, al momento de extirparlo, se evitaba una hemorragia mortal. “Este procedimiento duró cerca de dos horas y pudimos hacerlo gracias al moderno angiógrafo biplano que tenemos en nuestro hospital y que es único en el país. Así pudimos cateterizar las arterias en el tumor y dejarlo listo para el procedimiento final”, explicó el Dr. Rodolfo Rodríguez, jefe del servicio de Neurorradiología del hospital Almenara.
Malformación gigante
Ya en la sala de operaciones, el paciente fue intervenido por un equipo compuesto por tres cirujanos y dos anestesiólogos, para la extirpación de la malformación gigante. “Sabíamos que ocurriría una importante pérdida de piel y tejidos, por eso utilizamos la moderna técnica del colgajo para la reconstrucción de la zona; es decir, colocamos su misma piel para cerrar la herida y así durante su crecimiento esta cicatrización sea menos visible y de mejor apariencia”, detalló el Dr. Marco Antonio Rozan, cirujano del servicio de cabeza, cuello y maxilofacial de este nosocomio.