La Conferencia Episcopal Peruana se pronunció sobre los hechos de violencia registrados en Juliaca, Puno. Los manifestantes exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y el adelanto de elecciones.
A través de un comunicado, los obispos del Perú rechazaron la situación que atraviesa el país. Asimismo, hicieron llegar sus condolencias a las familias de las víctimas tras la tragedia ocurrida las últimas horas en la ciudad sureña.
Además, lamentaron que los hechos hayan ocurrido “como consecuencia de desnaturalizar el derecho a la protesta”, pero que se recurra a la “ilegalidad”. También, condenaron el uso desmedido de la fuerza de las autoridades.
Justos reclamos
“Invocamos al Gobierno a detener, urgentemente, la violencia y las muertes vengan de donde vengan; al Ministerio Público y al Poder Judicial, a investigarlas y sancionarlas; y al Congreso, a tomar las decisiones que exige la coyuntura y la paz social del país. Caminemos juntos para construir la paz en nuestro amado Perú”, señala un párrafo del documento.
Finalmente, en el comunicado, la Conferencia Episcopal Peruana hizo un llamado para identificar los “justos reclamos” de la sociedad. Y pidió a no permitir que se “destruya” el país por las propias acciones ni dejarlo caer en un abismo.