Según informó la ONG Alliance Against the Death Penalty, pese a los cuestionamientos, Singapur ejecutó esta semana a un reo malasio condenado hace una década a morir en la horca por tráfico de drogas.
Datchinamurthy Kataiah, de 39 años, fue sentenciado a muerte en 2015 por introducir 45 gramos de heroína al país. Su familia hizo varios pedidos de clemencia al jefe de Estado, pero no fueron aceptados.
AUTORIDADES INFLEXIBLES
La mañana de ayer la familia del reo fue notificada por teléfono de la ejecución, pidieron en vano una última visita o llamada telefónica, pero las autoridades fueron inflexibles y no lo permitieron.
Pese a las suplicas de los familiares y el pedido de perdón de distintas asociaciones defensoras de los derechos humanos, el presidente Tharman Shanmugaratnam rechazó indultar al recluso.