El caos se apoderó de la emblemática colonia de Amona, en Cisjordania. Y es que los residentes se oponían a la evacuación que la policía estaba llevando acabo y la situación se tornó por momentos violenta, pues hubo enfrentamientos.
Las acciones responden a una orden de la justicia israelí, que considera de ilegal la construcción de la colonia sobre propiedad privada palestina. Las casas serán destruidas y alrededor de 300 personas, que viven ahí, serán reubicadas.
Más de 3.000 soldados y policías se encargaron de cumplir la sentencia del Tribunal Supremo (TS) israelí que en el 2014 dictaminó que el pequeño asentamiento de Amona debía ser evacuado al haber sido levantado en tierra privada palestina. De momento, hay al menos 14 policías heridos y varios detenidos.