Eduardo Revich, quien se encontraba con arresto domiciliario en un pueblo del sur del país, tras ser condenado por abuso y corrupción de menores, se quitó la vida esta tarde ahorcándose.
El cuerpo del sacerdote fue descubierto por agentes que fueron a su casa, en un pueblo de la región sureña de Chuquisaca, para entregarle la citación para una nueva audiencia judicial.
El prelado fue condenado en el 2011 a 15 años de prisión en la ciudad de Sucre, capital constitucional de Bolivia, tras ser declarado culpable de abuso deshonesto y corrupción de 18 menores.
El abogado Ariel Coronado, quien defendió a las víctimas de ese caso, dijo que la condena de Revich estaba con un recurso de casación en tribunales superiores, pero los agentes iban a citarlo por una nueva denuncia de violación.