El ministro del Interior, Carlos Malaver, advirtió que la violencia registrada en Trujillo tras el atentado con dinamita no solo responde a disputas internas de “Los Pulpos” y su facción “Los Pepes”, sino también a la irrupción de nuevas organizaciones delictivas que buscan abrirse paso en la región.
La amenaza de “La Jauría”
Malaver explicó que “La Jauría”, una banda que replica las operaciones de “Los Pulpos”, estaría intentando ganar terreno en el norte del país. Sus actividades, detalló, incluyen extorsión a transportistas, empresarios y comerciantes, además de sicariato y el control del “chalequeo” en la minería ilegal. Según el ministro, estas prácticas son las que generan enfrentamientos violentos entre organizaciones, pues ninguna tolera que otra traspase sus zonas de influencia.
El funcionario recalcó que tanto “Los Pulpos” como “Los Pepes” responden a un mismo linaje criminal que no ha perdido vigencia, especialmente tras la excarcelación de su cabecilla John Pulpo. El surgimiento de facciones más radicales intensifica los escenarios de venganza y represalias, como el reciente atentado en Trujillo que dejó cinco heridos y 50 casas afectadas.
Para Malaver, la coexistencia de estas estructuras criminales consolida un escenario de alto riesgo en la región norte. “Cuando una banda invade territorios de otra, lo que ocurre es una escalada de violencia que afecta directamente a la ciudadanía”, señaló. El ministro aseguró que la Policía viene reforzando operaciones para contener esta expansión y evitar que el crimen organizado siga golpeando a la población.