Jesús Baldeón, superintendente de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil), quien asumió el cargo desde el pasado 11 de enero, presentó ayer su carta de renuncia, a la ministra de Trabajo, Betssy Chávez. Pero no sería la única renuncia, sino que también se van los altos funcionarios de la institución.
A la renuncia de Jesús Baldeón se suma la de la gerente general de Sunafil, Teresa Velásquez; el Intendente Nacional de Supervisión del Sistema de Inspección del Trabajo (INSSI), José Rodríguez; el Intendente Nacional de Inteligencia Inspectiva (INII), Óscar Moreno; el Intendente Nacional de Prevención y Asesoría (INPA), Guillermo Fustamante.
También la del jefe de Recursos Humanos, Carlos Saco, dos asesores de la Superintendencia, Verushka Hidalgo y Christian López Blas, y del asesor de la gerencia general de la Sunafil, Eduardo Johan Rosas. En las cartas remitidas solo se agradece por la oportunidad brindada sin dar mayores explicaciones ni motivos de la salida.
REORGANIZACIÓN DE SUNAFIL
Este cambio ocurre tras el anuncio de la reestructuración de la institución, debatida en sesión del Consejo de Ministros de este miércoles. Sunafil es una entidad adscrita al Ministerio de Trabajo, encargada de promover, supervisar y fiscalizar el ordenamiento jurídico sociolaboral, de seguridad y salud en el trabajo.