Tras el atentado contra un bus de la empresa San Germán, uno de los choferes confirmó que la ruta viene siendo extorsionada desde hace seis meses. El trabajador, cuya identidad se mantiene en reserva por seguridad, aseguró que los criminales exigen 300 mil soles para permitir que las unidades circulen sin ataques.
El conductor contó a Buenos Días Perú que aún no tienen noticias del estado de su compañero herido. “No sabemos si está en su casa o en el hospital. Nadie nos avisa nada”, explicó.
TRABAJAN CON MIEDO
A pesar de las amenazas constantes, muchos choferes continúan saliendo porque no tienen otra fuente de ingresos. “Yo debo mis carros, debo el SOAT, debo mantenimiento. Mi familia me dice que ya no vaya, pero si no trabajo, ¿cómo pago todo eso?rdquo;, afirmó.
Denunció que los mensajes extorsivos provienen de delincuentes extranjeros. “Los audios son de venezolanos. No solo nos pasa a nosotros: también extorsionan a mototaxistas, bodegas y tiendas”, advirtió.
La empresa decidió suspender sus operaciones mientras evalúa medidas junto a los dirigentes. Los choferes permanecerán resguardados hasta que exista garantía real para retomar sus rutas.