Un ladrón ingresó a una capilla ubicada en el distrito de Carmen de la Legua en el Callao para robar un cáliz bañado en oro valorizado en más de 2 mil soles. Alfonso Tardio, el sacristán del pequeño templo, observó el robo y se enfrentó al ladrón. “Le conmino a que deje lo que estaba llevando, porque ya se iba a disponer a correr”, sostuvo el hombre de fe.
Al verse descubierto, el ladrón arrojó el cáliz y se dispuso a huir. El sacristán, quien tiene 65 años de edad, no lo dejó escapar y corrió detrás de él a lo largo de cuatro cuadras pidiendo auxilio. Los vecinos alertados por Tardio, acudieron a ayudar, rodearon al delincuente y lo atraparon.El ladrón fue identificado como Juan Carlos Calderón.
Luego de realizado el arresto ciudadano, se espero a que las autoridades acudieran al templo para conducir a Carlos Calderón a la comisaría. Allí se determinó que el ladrón tenía antecedentes por robo en otros distritos de Lima. La fiscal a cargo del caso solicitó el precio del cáliz para poder determinar es si es que trató de robo o hurto.
El sacristán recordó que el valor monetario del cáliz no es lo que realmente importa, sino “el valor sentimental y espiritual, porque con este objeto se celebra la santa misa. Entonces al sustraerse algo tan importante, tan valiosa, nos limita poder continuar con las celebraciones permanentes que tenemos”, indicó.